"Fíjense qué caras de alegría, los dos muy felices", dijo Tardá al mostrar desde la tribuna una fotografía del Rey de España, Felipe VI, junto a Salman.
El asesinato de Khashoggi reabrió en España el debate en torno a la venta de armas a Arabia Saudí.
Tardà recordó que su partido es uno de los que reclama desde hace más años que se ponga fin a la venta de armamento al país árabe.
Además, criticó el papel de la monarquía española como mediadora en la venta de armas, calificando al rey emérito Juan Carlos I y a Felipe VI de "embajadores comerciales de la industria del armamento" y de "amigos de un régimen violador de los derechos humanos".
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El diputado independentista fue incluso más allá al tachar la venta de armas a la monarquía saudí de "prevaricación" y "corrupción de los valores democráticos".