En un auto emitido este 25 de octubre, la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo rechazó la petición de la defensa de los líderes independentistas de seguir practicando diligencias sobre el asunto.
Esto implica que, en concordancia con lo contemplado en el auto de procesamiento, los líderes sociales Jordi Sànchez y Jordi Cuixart —los primeros entrar en prisión preventiva en el marco de esta causa— serán juzgados por un delito de rebelión.
Por otro lado, serán juzgados por un delito de rebelión y otro de malversación —con unas penas acumuladas que superan los 30 años de prisión— los líderes políticos Oriol Junqueras (exvicepresidente del Gobierno catalán), Carme Forcadell (expresidenta del Parlamento catalán), y los exconsejeros Joaquim Forn, Jordi Turull, Josep Rull, Raül Romeva y Dolors Bassa.
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Otros tres exconsejeros del Gobierno catalán (Meritxell Borràs, Carles Mundo y Santi Vila) serán juzgados por un delito de malversación y otro de desobediencia.
En el auto emitido este 25 de octubre, los magistrados de la sala rechazaron las más de 300 diligencias solicitadas por las partes al considerar que "la admisión de su pertinencia conduciría, sin duda alguna, a un inadmisible menoscabo del derecho de los inculpados a un proceso sin dilaciones indebidas".
"La reapertura del sumario para la práctica de varios centenares de diligencias frustraría toda expectativa de enjuiciamiento en un plazo razonable", añade el auto.
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Además, los magistrados subrayan que la intención de las defensas era devolver la causa a la fase de instrucción para iniciar líneas de investigación que sirvan para evitar las acusaciones no tiene lugar porque, a su modo de ver, "la suficiencia de los indicios sobre los que se construye la inculpación" ya fue demostrada en distintas ocasiones.
En ese sentido, los magistrados recordaron que con la apertura del juicio no se prejuzga la calificación jurídica de los hechos ni la responsabilidad de los presuntos culpables, sino que se establece "la necesidad de esclarecerlos".