"La cantidad de detenidos que tenemos en este procedimiento en particular son 31 personas, cinco de ellos, quienes lideraban la organización, eran carabineros (policías militarizados)", dijo el fiscal Heriberto Reyes al diario La Segunda.
Según la información proporcionada por la Fiscalía, la organización habría vendido al menos 118 armas de fuego al mercado informal y a delincuentes, entre ellas: pistolas, revólveres y escopetas.
"Los carabineros registraban las armas a través del procedimiento regular y luego las vendían hasta por dos millones de pesos cada una (2.800 dólares), incluso determinamos que algunas de ellas fueron utilizadas en asaltos y homicidios", dijo Reyes.
La forma de operar de la banda consistía en que se le pagaba a los vecinos de la comuna de Talagante (centro) donde se encontraba la comisaría en cuestión para que acudieran a inscribir armas inexistentes, que luego se denunciaban como extraviadas.
Temas relacionados: Presidente mexicano pide a titulares de Defensa de las Américas combatir tráfico de armas
Además, los policías involucrados utilizaban a un psiquiatra que les daba el visto bueno a las personas que supuestamente estaban inscribiendo el arma, para entregar falsos certificados médicos estableciendo que podían adquirir una pistola.
Este martes de tarde los 31 integrantes de la banda serán puestos a disposición de la justicia, bajo los cargos de asociación ilícita.
