Las medidas se impusieron en las vísperas de las elecciones legislativas estadounidenses, que se celebrarán este 6 de noviembre, y buscan distanciarse de las políticas de su antecesor, Barack Obama, opinó Botta. "Tienen mucho que ver con la política interna [de Donald Trump] y sus promesas ante las elecciones de medio término", indicó.
"Lo bueno para EEUU es que realmente han torcido la voluntad de los otros socios" del Plan de Acción Integral Conjunto, que se oponen a las medidas impuestas y sin embargo, como el dólar se sigue utilizando como moneda de comercio internacional, impactan en los negocios y "afecta directamente a la economía iraní".
Washington sancionó a más de 700 individuos, entidades, aviones y embarcaciones iraníes, según informó el Departamento del Tesoro en un comunicado con fecha del 5 de noviembre. Además, están afectados 50 bancos y la Organización de Energía Atómica de Irán.
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De acuerdo con Botta, las principales consecuencias las sufrirán los ciudadanos iraníes: las sanciones buscan "modificar sensiblemente el comportamiento iraní" en cuanto a sus políticas internas; lograr, a través de la presión económica y la devaluación del rial iraní "que haya una presión interna para modificar la política", aseguró. "En las últimas semanas hubo una corrida, una devaluación del rial como nunca se había visto en los últimos tiempos", señaló.
"El gran problema va a seguir siendo el iraní medio, esto complejiza muchísimo el acceso a divisas, la vinculación con el exterior, la devaluación en la vida interna con los asalariados", explicó.
La mala noticia es que esta vez, a diferencia de lo que sucedió en 2015, la Unión Europea, China y Rusia, "están mucho más reacios, por no decir abiertamente opuestos", a las sanciones.
En mayo de este año el Gobierno de Estados Unidos anunció su retirada y acusó a Teherán de desarrollar en secreto un programa nuclear. Sin embargo, 12 informes consecutivos del Organismo Internacional de Energía Atómica afirman lo contrario.
A su vez, Botta opinó que "simbólicamente" las sanciones no tienen gran efecto: "Casi ninguno de los países [de Medio Oriente] tiene una relación fluida, acorde con EEUU, la única excepción sería Israel, pero si uno toma en cuenta los crecientes vínculos de seguridad entre Rusia e Israel por el casi sirio, también se da a entender que EEUU no está solo en el región", concluyó.
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