"La historia nos enseña que las crisis son pasajeras, aunque pueden tener consecuencias a largo plazo si son mal gestionadas. La crisis que continúa en el golfo [Pérsico] demuestra que el CCEAG no ha logrado sus objetivos ni ha podido cumplir las aspiraciones de los pueblos de la región. La crisis ha reducido las capacidades del Consejo para responder a los retos y las amenazas, ha disminuido su protagonismo en la región y en el mundo", dijo Thani al intervenir en la asamblea legislativa.
A principios de junio de 2017, Arabia Saudí, Egipto y Emiratos Árabes Unidos rompieron relaciones diplomáticas con Catar y suspendieron todas las comunicaciones terrestres, marítimas y aéreas con esa monarquía del golfo Pérsico, a la que acusaron de patrocinar el terrorismo.
Para normalizar las relaciones, los promotores del boicot presentaron a Catar un pliego de condiciones, entre ellas, el cierre de la cadena de televisión Al Jazeera, la ruptura de los vínculos con Irán y con el movimiento de los Hermanos Musulmanes, así como el desmantelamiento de una base militar turca.
El Gobierno de Catar calificó de injustificado el bloqueo diplomático y de inviables las condiciones para levantarlo.