"Se terminó acordando la necesidad, a través de acto administrativo del Poder Ejecutivo, de establecer una suma mínima de 5.000 pesos pagadero en dos meses en los meses de noviembre y enero", informó Hector Dáer, uno de los secretarios generales de la CGT, en declaraciones a los medios.

"Nosotros planteamos los nuestros y la necesidad de atravesar una coyuntura que para muchos compañeros está por demás complicada para poder acompañar el proceso inflacionario tan grande", señaló Daer.
La CGT también consiguió que los empresarios deban tramitar cualquier despido ante la Secretaría de Trabajo.
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"Si algún empresario tiene que despedir a algún trabajador, tiene que tener un paso previo por la Secretaría de Trabajo y ahí discutirá activamente con el sindicato y con la participación del Estado", informó el sindicalista.
La central obrera había anunciado para noviembre un nuevo paro con movilización contra el Ejecutivo, pero sin determinar una fecha.
Otra de las centrales obreras de Argentina, la Central de Trabajadores de Argentina (CTA), se sumó a esta convocatoria y apostó por una huelga de 36 horas en rechazo al proyecto de presupuesto de 2019 acordado con el Fondo Monetario Internacional que establece severos recortes y que ahora debate el Senado en comisión.
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