En su artículo para el medio Voenno-Promishlenni Kurier, Sivkov destacó que habría señales de un inminente uso de armas nucleares, lo cual le daría tiempo a Rusia de efectuar golpes preventivos.
Para prevenir un posible ataque del enemigo, Rusia podría atestar un golpe contra las áreas de emplazamiento de los misiles balísticos y de crucero que apuntan hacia su territorio. Para ello se utilizarían los misiles Kalibr, Kh-101 y Kinzhal.
En cuanto a las armas nucleares, como consecuencia de la salida de EEUU del Tratado de Eliminación de Misiles de Corto y Medio Alcance (Tratado INF), Sivkov sugirió que se podrían fabricar misiles balísticos de medio alcance con ojivas nucleares para aumentar el potencial de la contención nuclear.
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Según el experto, la creación de estos misiles sería rápida y poco costosa gracias a los desarrollos que se alcanzaron durante la URSS.
El Tratado INF, firmado por Washington y Moscú en 1987, no tiene fecha de caducidad y prohíbe a las partes disponer de misiles balísticos terrestres o misiles de crucero con un radio de acción de entre los 500 y los 5.500 kilómetros.
Rusia y EEUU se han acusado mutuamente en varias ocasiones de desarrollar sistemas que violan este pacto. Sin embargo, el propio presidente ruso Vladímir Putin dejó claro en su mensaje anual ante la Asamblea Federal (Parlamento bicameral) en marzo de 2018, que todos los desarrollos militares de Rusia tienen un perfil netamente defensivo.
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