El Ejecutivo de May, que se encuentra en la cuerda floja por el Brexit, el proceso para la salida de su país del bloque comunitario, busca el apoyo de Francia y Alemania, según este mismo diario.
El Gobierno de May ha acusado sin pruebas a Moscú de participar en el envenenamiento con agentes neuroparalizantes a Serguéi Skripal y su hija Yulia en la ciudad inglesa de Salisbury el pasado 4 de marzo; una afirmación que Moscú niega rotundamente.
La ciudad se sitúa a pocos kilómetros del laboratorio militar de Porton Down, el más secreto del Reino Unido, en el que se desarrollaron armas químicas durante la guerra fría.
El Gobierno británico se niega tajantemente a realizar una investigación conjunta con Moscú para aclarar el caso.
El 5 de septiembre, la fiscalía británica acusó a dos turistas rusos de atentar contra los Skripal.
Theresa May afirmó sin pruebas que los dos sospechosos son agentes del GRU, un organismo de inteligencia que se disolvió en 1992.
