Durante la pasada jornada, las milicias palestinas dispararon un total de 460 cohetes sobre Israel, de los que 100 fueron interceptados por el sistema de defensa antiaérea Cúpula de Hierro.
Los manifestantes, de comunidades del sur de Israel cercanas a la Franja palestina, bloquearon diversas carreteras y quemaron neumáticos coreando eslóganes como "Bibi, vete a casa", en referencia al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
Algunos de los congregados se enfrentaron a la policía israelí.
Los agentes señalaron que estaban trabajando para restablecer el orden alegando que permitirían "la libertad de expresión y las protestas legales", pero "no los disturbios del orden público, la violencia contra policías y civiles y disturbios en las principales carreteras".
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