"¿Complicarán las sanciones aún más las relaciones ruso-estadounidenses? La respuesta es inequívoca, por supuesto, que sí", dijo en una entrevista a la televisión Dozhd.
Añadió que Rusia examinará las medidas de Washington e intentará minimizar su impacto en la economía rusa.
La primera ronda de sanciones, que entró en vigor a finales de agosto, prevé la prohibición de exportar a Rusia productos de doble uso como dispositivos y componentes electrónicos.
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La segunda, que se activaría tres meses después, incluiría la degradación de las relaciones diplomáticas, la suspensión de los vuelos de la compañía aérea rusa Aeroflot a EEUU y el cese de casi todas las exportaciones e importaciones.
Cooperación con Asia
Al mismo tiempo afirmó que el Gobierno ruso rechazó que esté dando un viraje hacia los países asiáticos debido al deterioro de las relaciones con Occidente.
El alto funcionario recalcó que "esto es completamente irracional".
"China no puede sustituir la cooperación multilateral", subrayó.
Peskov destacó que el comercio con Europa sigue siendo enorme y las relaciones comerciales con Estados Unidos se mantienen pese a las restricciones occidentales.
"El mayor intercambio comercial sigue siendo con Europa (…) También son importantes las relaciones comerciales con Estados Unidos (…) a pesar de las restricciones vigentes que dañan seriamente el entorno", indicó.
Enfatizó que también es crucial para Rusia el sudeste asiático.
Peskov abogó por el desarrollo multilateral.
"El viraje a un solo lado reduce nuestras posibilidades de desarrollo", apostilló.
Ese mismo año la UE, Estados Unidos y varios países de su órbita impusieron sanciones a Rusia por su supuesto papel en la crisis ucraniana, algo que Moscú ha negado y respondió con un embargo agroalimentario.
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Además, Washington lleva años imponiendo sanciones unilaterales a compañías energéticas y del sector de la defensa de Rusia con distintos argumentos.
Moscú cataloga estas limitaciones estadounidenses como competencia desleal por los mercados.