De todas las máquinas mostradas en el vídeo la que más impresionó al columnista fue el camión TMS-65U equipado con un motor turborreactor de un MiG-15 en su parte trasera.
Estas funciones se llevan a cabo con la ayuda del motor turborreactor VK-1 que aparte del MiG-15 también se instalaba en el MiG-17 y el bombardero Il-28. De hecho, la fabricación de este motor comenzó en 1947.
Unos sistemas especiales añaden fluidos de descontaminación en el escape del motor para limpiar con rapidez la maquinaria o estructuras como los edificios.
El motor es controlado por un operario desde la cabina que está al lado del motor. Ambas piezas van fijadas a una plataforma giratoria. Detrás de la plataforma se encuentra una cisterna con 900 litros de combustible para el motor.
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Todo este sistema se monta sobre un camión Ural-375 que le proporciona una gran movilidad y posee los sistemas necesarios para encender el motor y mantenerlo en funcionamiento.
El columnista destaca que todo el proceso es mucho más rápido que la limpieza manual con mangueras y cepillos. Así, un procedimiento común con el TMS-65U es colocarlo al lado de una carretera por la cual pasan los vehículos militares y son limpiados como si se tratase de un "lavado automático de vehículos".
A día de hoy aún se pueden observar los vehículos con el motor turborreactor que se usan para quitar rápidamente la nieve de las aeronaves en los aeropuertos y de los ferrocarriles.
Incluso hay una de estas máquinas a bordo del portaviones ruso Almirante Kuznetsov, donde se usa para eliminar fragmentos potencialmente peligrosos de la cubierta del buque.
Trevithick se mostró asombrado por la larga vida de estos motores que incluso décadas después de haber sido fabricados siguen funcionando y siendo útiles.
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