Según las observaciones del experto, el Reino Unido suele compartir la información de sus actividades y estas pierden su confidencialidad inicial.
En este contexto, Fotin observó que si anteriormente las maniobras y operaciones militares de este tipo se consideraban un secreto máximo, ahora la situación es completamente distinta.
"La vigilancia clandestina ya no está de moda. Lo que se hace tendencia es 'te veo, te estoy vigilando', como si se tratase de un padre que impide las travesuras de su hijo", constata.
Los aficionados de teorías conspirativas opinan que el submarino mencionado tiene problemas de sumersión, cuenta el autor.
"Navegan en la superficie (…) y fingen que es lo que se debe hacer", explica Fotin. En realidad, ya no importa cómo se deben organizar las operaciones de vigilancia, lo que importa de verdad es que "todo aparezca correctamente en los periódicos", concluye.
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