En resumen, los cortometrajes del medio norteamericano sugieren que la KGB, pese a que no existe desde hace décadas, ha socavado con éxito la estabilidad de Estados Unidos. Los periodistas del NYT afirman que la supuesta intervención de Rusia en las elecciones presidenciales fue tan efectiva que "los estadounidenses usan las instrucciones rusas para pelearse entre sí y ni siquiera lo sospechan". Según el periódico, los comicios de 2016, en los que Donald Trump salió elegido presidente de EEUU, no son más que la culminación de una supuesta campaña liderada por Moscú durante décadas para romper Occidente en distintas partes.
La tarea de demostrar que el discurso político estadounidense moderno fue realmente escrito en los laboratorios de información de la KGB se resuelve de la siguiente manera: los periodistas formularon los "siete mandamientos de la desinformación de la KGB" y aplicaron estos "mandamientos" a las campañas de información llevadas a cabo por los partidarios de Trump, destaca el columnista de Sputnik Iván Danilov.
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Una de las principales evidencias mostradas por el NYT es Ladislav Bittman, presentado como un experto en los métodos de influencia informativa utilizados por la KGB contra las "democracias occidentales", y especialmente contra EEUU. Sin embargo, Bittman no ha trabajado ni un solo día en el Comité de Seguridad del Estado de la Unión Soviética, sino que era un empleado de los servicios especiales checoslovacos y, después de la primavera de Praga de 1968, huyó a Occidente.
"¿De dónde obtiene datos detallados un desertor checoslovaco sobre los métodos de operaciones de información de la KGB en EEUU en la década de los 80? Los periodistas del New York Times no hacen esta pregunta y, probablemente, esperan que tampoco se la hagan los lectores y espectadores", escribió Danilov.
Las tecnologías estadounidenses para combatir la disidencia, creadas para ser usadas en los países subdesarrollados, tendrán los mismos resultados en Estados Unidos: aumento de los conflictos internos, degradación del discurso público, privación de derechos civiles a una gran parte de la población y, tarde o temprano, una guerra civil, argumenta el periodista ruso.
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"En este contexto, me gustaría desear a los expertos del New York Times y de la Corporación RAND mucho éxito creativo. Será muy justo si la acelerada 'ucranización' destruye al imperio estadounidense. De todas maneras, los rusos sobrevivirán al hecho de se les eche la culpa de los problemas derivados de esto a la KGB", concluyó Danilov.