El avión del presidente chino aterrizó hacia el mediodía (4.00 GMT) en el aeropuerto internacional de Manila, donde Xi recibió la bienvenida de altos cargos del gobierno filipino, entre ellos el secretario de Asuntos Exteriores, Teodoro Locsi, y el de Finanzas, Carlos Dominguez, según el canal ABS-CBN.
El miércoles 21 de noviembre, Xi se reunirá con el presidente del Senado, Tito Sotto, y la presidenta de la Cámara de Representantes, Gloria Macapagal Arroyo. También se reunirá con los líderes de la comunidad china de Filipinas antes de regresar a Pekín el miércoles.
Más de 6.200 agentes velarán por la seguridad durante la visita de Xi, según el canal CNN Philippines.
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El portavoz de la presidencia filipina, Salvador Panelo, avanzó que los dos líderes podrían abordar las condiciones de préstamos e inversiones chinas durante las negociaciones.
De cara a su visita, Xi se pronunció por intensificar el diálogo con Filipinas para zanjar las discrepancias actuales, particularmente en relación con el mar del Sur de China que llamó a convertir en "un mar de paz, amistad y cooperación" que beneficie a los dos pueblos.
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Pekín reclama el derecho a construir instalaciones militares en el archipiélago Spratly (Nansha, en chino), un centenar de islotes y arrecifes esparcidos en un área de más de 400.000 kilómetros cuadrados en este mar.
La Corte de Arbitraje Internacional de La Haya dictaminó en julio de 2016, a petición de Filipinas, que no existe una base legal para las reclamaciones que presenta Pekín en la zona marítima comprendida dentro de "la línea de nueve puntos" en el mar del Sur de China.
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Además dispuso que Spratly no son islas y no conforman una zona económica exclusiva, pero China respondió que no reconoce y no acepta ese dictamen de La Haya.