"Estamos trabajando con inteligencia y las autoridades judiciales para saber si esas 16 personas tenían el propósito de alterar el orden público para dañar estos actos de solidaridad que tiene el Gobierno y las autoridades locales para afectar la atención a los inmigrantes", dijo el director de Migración Colombia, Christian Krüger, según su despacho.

Los 16 extranjeros, quienes fueron trasladados al campamento hace una semana desde un asentamiento ubicado en los alrededores de la terminal de transportes de Bogotá, protagonizaron graves disturbios en la mañana del lunes y saquearon alacenas, se enfrentaron con la policía e incluso agredieron a los habitantes de la zona.
Por esos hechos las autoridades colombianas organizaron el miércoles un procedimiento para trasladarlos desde Bogotá hasta Cúcuta, en zona de frontera, y entregarlos a las autoridades venezolanas, pero durante el transporte los extranjeros se amotinaron y siete de ellos atacaron a dos oficiales de Inmigración, por lo que ahora son procesados y afrontan una pena de entre cuatro y ocho años de cárcel.
Temas relacionados: Gobierno de Venezuela denuncia intención internacional de sabotear Plan Vuelta a la Patria
El funcionario también refirió que el Gobierno colombiano tiene conocimiento de que "las autoridades venezolanas no están de acuerdo en la implementación de albergues en Bogotá y en otras zonas del país", ya que eso afecta la imagen internacional de Venezuela, pero destacó que se mantendrá ese tipo de ayudas para los inmigrantes.
"Cuando hablamos de que en promedio 2.500 hermanos venezolanos están llegando a nuestro país y otros 2.500 aproximadamente salen por la frontera suroccidental, por Rumichaca (Ecuador), es una migración que se da por necesidad, porque estas personas no tienen cómo subsistir en su país, es claro que para la imagen de un país, de un Gobierno, esto genera un impacto y muestra al mundo la realidad de lo que pasa en Venezuela", dijo.

"Por eso es importante que los venezolanos que lleguen al país saquen su visa, su tarjeta de movilidad fronteriza o un permiso especial de permanencia, porque cuando hacen este proceso hacemos un barrido de la información de cada inmigrante", indicó.
El albergue en el que se presentaron los disturbios está compuesto por 60 carpas de las cuales 56 son pequeñas y sirven para ubicar entre cuatro y ocho personas, mientras que las restantes son carpas familiares en las que se concentran hasta 50 inmigrantes.
En el sitio permanecen alrededor de 300 inmigrantes, quienes estarán ahí hasta enero próximo, según han indicado las autoridades de Bogotá.
Colombia es el país con mayor recepción de inmigrantes venezolanos en la región, con 1,3 millones de ellos que ya permanecen en su territorio, lo que empieza a generar brotes xenofóbicos.