En 1991 Argentina aprobó la ley N° 24.012, convirtiendo a Latinoamérica en la primera región del mundo en aprobar una ley de cuotas para que las mujeres pudieran llegar al parlamento, al menos, en un 30%.
"En México hay paridad en la Asamblea Nacional, Bolivia hace unos cuatro años tiene paridad, Cuba hoy tiene casi 60% [de mujeres en la Asamblea Nacional], Costa Rica viene avanzando muy rápidamente también, [el 46% de los escaños están ocupados por mujeres]. Argentina el próximo año va a tener elecciones con la ley de paridad. Lo que estamos viendo es un avance creciente, principalmente en los países donde está establecida la paridad", resumió Carvalho.
No obstante, aún "hay sombras y luces". En nuestra región todavía hay 14 países que están debajo de 30% de representación femenina en las cámaras. Brasil, Belice y Haití tienen las "peores performances", señaló.
"La cuota era un instrumento positivo de discriminación para provocar el avance. Hay estudios que comprueban que las cuotas generaron un movimiento de mujeres sustituyendo a políticos muy débiles. […] En nuestra región también estamos comprobando esto: los países que logran llegar al 30%, nunca más bajan de 30%: es una política afirmativa que funciona, pero los países que nunca llegaron o que manejan las cuotas de una manera sólo en términos de candidatos y no de escaños, siempre se quedan entre el 15%, 18%, 29%, 23%, y no avanzan hacia una efectivización de la mujer en sus escaños".
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"¿Por qué será [que las mujeres no estamos bien representadas]? ¿Será que tiene que ver con no soltar ese poder [que tienen] algunos hombres?", preguntó.
Tendencias
Carvalho identificó tres fenómenos que se están observando en la región respecto a la participación de las mujeres en política:
- "Conforme las mujeres aumentan su participación en la política, aumenta la violencia política".
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- "Se hace evidente que la mujer no está avanzando en los ejecutivos, ahí sigue habiendo 15% de mujeres".
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- Cruzada: "El hombre inicia su carrera joven, va subiendo y permanece por una larga vida [en] política. La mujer tiene una curva, normalmente tiene una vida política con excelentes desempeños, una elección, y no vuelve para una segunda vuelta porque sufre acoso moral, sexual, y no tiene el apoyo que necesita; muchas veces [sale electa en] puestos ejecutivos de alcaldía o más alejados del poder central, y no hay sistema de apoyo por los tribunales, los organismos electorales", explicó Carvalho. "Eso preocupa mucho", aseguró.
A su vez, la experta considera que para revertir las tres tendencias, es imprescindible fortalecer las leyes de cuotas, de paridad, y los sistemas de apoyo político. Tienen que tener "la capacidad de acompañar y hacer que los partidos aseguren el puesto a las mujeres".
"Sabemos que los partidos son espacios muy dominados todavía por oligarquías, por hombres, por tradición. Tenemos que trabajar en el espacio del partido, que no es sólo presentar, sino también asegurar que el partido va a garantizar que la mujer llegue a asumir los escaños", opinó Carvalho.
