"Hacemos un llamado a todas las partes para que contribuyan por medios políticos y diplomáticos a aliviar la situación y aliviar la tensión para evitar mayores riesgos de desestabilización en la región", dijo el presidente pro tempore de la OSCE, el ministro italiano de Exteriores, Enzo Moavero Milanesi.
Por su parte, el secretario general de la OSCE, Thomas Greminger, llamó a los dos países a la reducción inmediata de la tensión.
"Exhorto a Ucrania y a Rusia a que actúen con moderación, se abstengan de cualquier provocación y se comprometan de inmediato a dialogar para disminuir el riesgo de nuevas tensiones en la región", remarcó.
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El 25 de noviembre, después de varias advertencias, los guardacostas rusos apresaron tres buques de la Armada ucraniana que violaron las aguas territoriales del país y que con sus maniobras temerarias ponían en peligro la navegación.
Entre los marineros ucranianos se encontraban dos agentes del Servicio de Seguridad de Ucrania que al parecer dirigían la operación.
El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, calificó los hechos de una evidente provocación.
El canciller ruso denunció que Ucrania violó las normas fundamentales del derecho internacional.
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El presidente ucraniano, Petró Poroshenko, decretó la ley marcial.
Varios expertos vinculan la decisión de Poroshenko a las próximas elecciones presidenciales en ese país fijadas para 31 de marzo de 2019.
Según las encuestas de este mes efectuadas por el Instituto ucraniano de estudios sociales, solo un 7% del electorado votaría por el actual mandatario.
