"En el sur y el suroeste del país una vez perdimos el control del territorio y ahora tratamos de recuperarlo, pero necesitamos más armas y equipos especiales para conseguirlo", dijo el militar.
Mismari comentó que entre las amenazas presentes en el sur de Libia destacan organizaciones terroristas como ISIS y Al Qaeda, prohibidas en Rusia y otros países.
Libia continúa sumida en una crisis desde que el derrocamiento de Muamar Gadafi en 2011 derivara en una dualidad de poderes, choques entre grupos rivales, proliferación de grupos yihadistas y mafias que trafican con migrantes ilegales de África a Europa.
El Ejército de Liberación Nacional Libio actúa en el este del país y se niega a reconocer al Gobierno de Unidad Nacional, establecido en Trípoli y reconocido como legítimo por el Consejo de Seguridad de la ONU.
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El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, declaró antes que imponer "plazos artificiales" al proceso político en Libia es contraproducente y señaló que los propios libios deben decidir su futuro.
El enviado especial de la ONU para Libia, Ghassan Salamé, propuso celebrar elecciones generales libias en la primavera (boreal) de 2019 y ya después formar los órganos legítimos del poder reconocidos por todas las fuerzas que actúan en el país.