Según las primeras informaciones, se movilizarán cerca de 2.000 agentes para el encuentro, que se espera que sea declarado de "alto riesgo".
Sin embargo, según comentan los agentes, los detalles del despliegue "dependerán de la decisión que se adopte sobre la venta y reparto de entradas".
Boca y River jugaron el partido de ida de la final de la Copa Libertadores el pasado 11 de noviembre en la Bombonera (estadio de Boca), encuentro que concluyó con un empate a dos goles (2-2).
El 25 de noviembre estaba previsto que se jugase la vuelta de final, pero el partido fue suspendido después de que el autobús que transportaba a Boca Juniors fuese atacado por simpatizantes de River en las cercanías del estadio Monumental, causando heridas a varios jugadores.
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