Así se desprende de los resultados de la votación popular en el marco del concurso 'Grandes nombres de Rusia' cuyos resultados fueron anunciados el 4 de diciembre por la televisión Rossiya 1.
Los participantes de la votación propusieron asimismo otorgar el nombre del ingeniero Serguéi Koroliov, el arquitecto del programa espacial soviético, al aeropuerto de la ciudad de Samara; nombrar en honor al escritor Antón Chéjov la terminal aérea de Yuzhno-Sajalinsk; o conceder el nombre de la princesa Olga, la primera soberana de los eslavos en adoptar el cristianismo ortodoxo, a mediados del siglo 10, al aeropuerto de Pskov.
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La iniciativa, sin embargo, no despierta demasiado entusiasmo entre los profesionales del sector.
"El problema consiste en la necesidad de actualizar un sinnúmero de documentos de todos los servicios aeroportuarios y renovar un montón de los más diversos permisos", comentó a Sputnik Víctor Galenko, miembro del Consejo interministerial de expertos de aviación.
Los nombres "de estas personalidades extraordinarias ya han sido perpetuados en muchos otros contextos, sin juntarlos con ningún aeropuerto", apuntó.
"Lo principal será que los pilotos no se traben la lengua al anunciar el aeropuerto de llegada a los pasajeros", ironizó el experto.
