"Las conversaciones que he mantenido hoy [el 14 de diciembre] con mis colegas han demostrado que es de hecho posible una mayor claridad y discusión después de la conclusión del Consejo", declaró en Bruselas.
"Estos compromisos son conclusiones formales que tienen estatus legal y han de celebrarse", señaló.
Pero May necesita garantías legales de la modificación del pacto de divorcio acordado con la UE en noviembre, no solo documentos legales con saludables perspectivas para el futuro.
"La primera ministra ha prometido conseguir cambios legalmente vinculantes", recordó Arlene Foster, líder del Partido Unionista Democrático (DUP, en sus siglas en inglés) y ministra principal de Irlanda del Norte hasta el colapso del Ejecutivo compartido en enero de 2017.
Además, la líder conservadora ha de recobrar la confianza de los 117 diputados de su partido que quisieron derrocarla en el desafío interno de principios de semana.
May mantiene su férrea negativa a otras alternativas —desde un segundo referéndum a la adhesión al Área Económica Europea (AEE) o la ruptura sin acuerdo— y aseguró en Bruselas que su plan Brexit "es un buen acuerdo".