El rap y la cultura hip-hop han estado en el centro de la polémica durante las últimas semanas en Rusia. El léxico obsceno, mensajes misóginos y la propaganda de las drogas presente en las letras de muchos autores han puesto a los trabajadores de la cultura ante un dilema: hacer caso omiso y buscarse posibles problemas con la ley, o combatir esta tendencia y ganarse el descontento de los artistas y sus seguidores.
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Muchos funcionarios regionales en Rusia han decidido optar por la segunda opción, prohibiendo los conciertos de los intérpretes en espacios públicos que habían sido previamente acordados. El problema llegó a oídos del presidente ruso de boca de uno de sus consejeros de cultura y arte, el productor musical Ígor Matvienko.
"Sin duda [el rap] se basa en tres pilares: el sexo, las drogas y la protesta contra todo, muy expandida entre los adolescentes, pero a veces hay algo un poco más profundo. La protesta no me preocupa tanto como el tema de las drogas", declaró durante el encuentro Ígor Matvienko, al tiempo que catalogó de "inaceptable" la indiscriminada prohibición de los conciertos.
El asesor de cultura solicitó al presidente apoyar medidas para combatir la propagación de malas tendencias entre la juventud, a la vez que condenó la práctica de cancelación de conciertos y llamó a fomentar esta manifestación de la cultura juvenil. Vladímir Putin compartió la preocupación de Matvienko, asegurando que los representantes de la administración presidencial y el Ministerio de Cultura tratarán los problemas presentados por el consejero.
No obstante, el mandatario adelantó que los casos de cancelación de conciertos en diferentes ciudades del país son inadmisibles y que solo lograrán lo contrario.
"En algo estoy totalmente de acuerdo con usted: si algo no se puede frenar, es necesario guiarlo y encaminarlo de una forma apropiada. Cómo hacerlo depende de nosotros. Los colegas aquí presentes de la administración presidencial y el Ministerio de Cultura se reunirán con ustedes para tratar el tema. La opción que usted mencionó de 'agarrar y no soltar' es la menos efectiva, la más mala que se puede uno imaginar. El efecto será totalmente el contrario", aseguró Putin a los presentes.
La cancelación de conciertos en varias regiones rusas fue uno de los temas que Vladímir Putin trató durante su encuentro con el Consejo para el Desarrollo de la Sociedad Civil y los Derechos Humanos, el pasado 12 de diciembre. Entonces el mandatario prometió que exigiría un informe sobre de las causas de esos incidentes.
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