"No quiero que el caso de mi esposo sea usado como un chivo expiatorio para afectar y profundizar las desavenencias con el Gobierno de Venezuela", dijo Flórez en una rueda de prensa en Bogotá.
Flórez, quien fue secretaria de Gobierno del exalcalde de la capital colombiana Gustavo Petro (2012-2014), sostuvo además que su esposo no es espía y que llevaba 19 años en Colombia "sin cometer ningún delito".
Pino García, quien se desempeñaba como asesor de la embajada de Venezuela, fue detenido el miércoles en Bogotá luego de que un policía lo abordó por dejar su vehículo mal estacionado.
De inmediato llegaron al lugar agentes migratorios que lo trasladaron al aeropuerto militar de Catam y lo llevaron a la ciudad de Cúcuta (nordeste), en la frontera con Venezuela.
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El ciudadano venezolano fue entregado por las autoridades de Migración Colombia a sus pares de Venezuela en el puente internacional Simón Bolívar.
"Les pregunté (a los agentes de Inmigración) cuál era el motivo de la diligencia, pero me amenazaron con detenerme por obstruir el procedimiento, sin atender tampoco a mi señalamiento sobre su estado de salud", dijo Flórez, quien estuvo al lado de su esposo y de su hijo menor durante el procedimiento.
La excongresista agregó que la detención de su esposo "se dio sin presentar ninguna orden judicial".
Más temprano el director de la estatal Migración Colombia, Christian Krüger, afirmó en rueda de prensa que la decisión de expulsar a Pino García se tomó con base en un informe de "una autoridad competente" según la cual "se puede constatar que esta persona podía alterar el orden público, la seguridad nacional y la tranquilidad de todos los colombianos".
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Flórez estuvo acompañada en la rueda de prensa por los senadores de izquierda Iván Cepeda y Aida Avella, quienes calificaron el procedimiento de expulsión como un error del Gobierno de Iván Duque.
"Esto francamente para mí es una chambonada (desacierto) diplomática, porque no tenemos canciller", señaló Avella.
Cepeda se preguntó "a dónde nos está llevando" el Gobierno "con este tipo de acciones".
El canciller venezolano Jorge Arreaza calificó de secuestro la detención de Pino García y dijo que su expulsión fue arbitraria, por lo que decidió deportar al cónsul colombiano en Caracas en aplicación del "principio de reciprocidad".
Este incidente tensa aún más las relaciones entre Bogotá y Caracas, ya que Colombia lidera una campaña internacional contra el Gobierno de Nicolás Maduro al que califica de "dictadura" y del que desconoce su reelección en las elecciones del 23 de mayo.
Maduro, por su parte, sostiene que Colombia hace parte de un complot encabezado por Estados Unidos para asesinarlo y derrocar a su Gobierno.
