Bennet y Shaked afirmaron que mientras se habían convertido en una "fuerza significativa" en el gobierno durante los últimos seis años, su poder había disminuido. Bennett señaló que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, tiene la sensación de tener a los sionistas religiosos "en el bolsillo".
"Nos vimos obligados a retirarnos y permanecer en el gobierno (…) Cuatro semanas después, cuando el primer ministro decidió que las elecciones eran buenas para él, las convocó", subrayó el líder de Hogar Judío.
Bennet y Shaked señalaron que buscaban construir un partido que lograra lo que el Hogar judío no podía conseguir: "la verdadera asociación entre seculares y religiosos [israelíes]".
"Quiero ser muy, muy claro", dijo Bennet, "El partido de la Nueva Derecha es de derechas, sin peros ni similitudes". Está a favor de la Tierra de Israel sin compromisos, contra un Estado palestino, punto", sentenció Bennett.
En los últimos meses, Hogar Judío ha vivido una lucha interna iniciada por los intentos de Bennett de cambiar algunas reglas del partido para tener más independencia como presidente.
Además: Los israelíes creen que Netanyahu tendría que dimitir si lo imputan por corrupción
Desde que el lunes pasado se convocaron comicios generales anticipados en Israel para el 9 de abril, los principales líderes de Hogar Judío se han mostrado ambiguos sobre la fecha para la celebración de elecciones primarias para elegir al candidato a liderar la lista electoral y fuentes del partido señalaron que Bennett tenía intención de cancelarlas.