2018: Rusia siguió 'dándole de comer' a Occidente

Aguilar manifiesta que más allá de las relaciones o interrelaciones que puedan guardar todos esos hitos, en el fondo todos están dentro de ese proceso de post globalización.

Choque inevitable

Desde el punto de vista geopolítico, el analista remarca el choque inevitable, la colisión segura, entre China y EEUU. "Esto se ha expresado hasta ahora –más allá de los desencuentros en el Mar de la China Meridional–, sobre todo en la guerra comercial, con una posible tregua [declarada en la cumbre del G20 en Buenos Aires] que parece que existe, pero que es falsa. Lo hemos visto con el secuestro de la vicepresidenta de Huawei [Meng Wanzhou]. Secuestro por detención, porque [el arresto] escapa a toda norma jurídica internacional: no hay con qué sustentarlo, sino simplemente como una acción de guerra económica. Esa guerra comercial la hemos estado viendo durante todo el año [2018] y seguiremos viéndola en 2019", sentencia el analista.

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Rusofobia como arma de manipulación masiva de Occidente

Aguilar incide en que "la rusofobia ha seguido manteniéndose como un aspecto fundamental dentro de la política internacional en 2018, tanto desde el punto de vista norteamericano con el 'Russiagate' –que sigue proporcionando titulares a los medios de prensa del Estado profundo–, como las cada vez más descaradas intervenciones británicas respecto a otros países poniendo a Rusia como culpable. Como ejemplo están los documentos hechos públicos por los hackers de Anonymous sobre la ONG Integrity Initiative que no es más que parte del aparato de la inteligencia británica en toda Europa", asevera el experto.

Tormentas políticas a nivel mundial

Desde el punto político, el analista militar destaca dos hitos fundamentales a nivel global. Por un lado, subraya la crisis en la UE. "La inmigración es un problema profundo que sigue sin resolverse; la explosión de los chalecos amarillos, que ha tenido su expresión fundamental en Francia, pero también en Bélgica y algún otro país; y la falta de solución del asunto del Brexit". 

Aguilar indica que todo esto lo que ha hecho es ahondar aún más la fractura [dentro del bloque comunitario] "y sobre todo se ve la ausencia de una geopolítica propia para la UE, que se nota en el asunto de oleoducto Nord Stream 2, o en otro tipo de situaciones que hemos ido viendo a lo largo del año".

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"Otro aspecto político es la inestabilidad en Latinoamérica, tanto en la crisis de Venezuela, como en los cambios en Brasil y otros países, y el cambio de tendencia en México. Todo eso hace que no se vea una geopolítica propia [en América Latina], sobre todo en la dirección de la integración latinoamericana como se ha visto en años anteriores", concluye Juan Aguilar.