Abás dijo a un grupo de periodistas, anoche en El Cairo, que no tiene intención de negociar el plan de paz que se espera que haga público el presidente de EEUU, Donald Trump, porque Washington reconoció a Jerusalén como la capital de Israel, a pesar de que la parte este de la ciudad está ocupada por los israelíes.
"Las puertas están cerradas a los EEUU (…), mientras no se retracten de sus decisiones contra el pueblo palestino, ningún palestino debería reunirse con los líderes estadounidenses, sin importar cuál sea su papel", subrayó el presidente palestino.
Según explicó, la ANP está reexaminando su coordinación de seguridad y sus acuerdos con Israel.
"El futuro es peligroso, no tengo más fuerzas para luchar, pero no terminaré mi vida como traidor, puedo decir no y el pueblo palestino, junto a mi, también dice no", sentenció Abás.
Al Fatah acusó a las autoridades de Hamás en la Franja de Gaza de haber impedido a miembros del primer movimiento encender una antorcha en la ciudad de Gaza para conmemorar el 31 de diciembre pasado el 54 aniversario de la fundación de su partido.
Hamás y Al Fatah están enfrentados desde 2007, cuando el grupo islamista tomó el poder en Gaza, después de haber ganado las elecciones generales palestinas de 2006 y no haber podido gobernar en solitario por la firme oposición de Israel y gran parte de la comunidad internacional.
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Desde entonces, las dos formaciones han llevado a cabo diversos intentos de reconciliación que han fracasado.