Durante la ceremonia, celebrada en Estambul y transmitida por la televisión ucraniana, Bartolomé entregó el documento y un cayado al primado de la nueva estructura eclesiástica, Epifani (Dumenko).
En plena ceremonia, miembros de la delegación ucraniana gritaron la consigna nacionalista: "¡Gloria a Ucrania! ¡Gloria a los héroes!".
La Iglesia de Constantinopla es la única que reconoce la estructura eclesiástica no canónica ucraniana.
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Ningún representante de las Iglesias ortodoxas locales asistió a la ceremonia de entrega del 'Tomos'.
Después de la ceremonia, Poroshenko aseguró que "Ucrania respetará la elección religiosa y la libertad de culto de cada ciudadano".
Por su parte, el arzobispo Kliment de la Iglesia ortodoxa ucraniana del Patriarcado de Moscú declaró a Sputnik que esta Iglesia canónica no celebrará oficios conjuntos con la recién creada organización religiosa.
El 15 de diciembre, a iniciativa de Poroshenko y Bartolomé se celebró en Kiev un llamado 'concilio de unificación', que eligió al metropolitano Epifani como primado de la nueva y no canónica 'Iglesia autocéfala' ucraniana.
La Iglesia ortodoxa rusa calificó de nula la importancia canónica de ese 'concilio' y considera poco probable el reconocimiento de Epifani en el mundo ortodoxo.
El 'tomos' de autocefalia, firmado por Bartolomé el 5 de enero, limita la jurisdicción de la 'Iglesia ortodoxa de Ucrania' al territorio de ese país, haciendo imposibles el nombramiento de obispos y la creación de parroquias en el extranjero.
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El documento contiene además otras restricciones que hacen la nueva estructura religiosa dependiente de Constantinopla.
La Iglesia ortodoxa rusa calificó el día de la firma del 'Tomos' como una fecha trágica para la ortodoxia mundial.