"Por supuesto, Rusia no planea interferir en los procesos eclesiásticos, especialmente en territorio de un Estado soberano vecino", dijo en una entrevista concedida a los diarios serbios Politika y Vecernje Novosti.
Según el líder ruso, la entrega del 'tomos' (decreto) de autocefalia a la llamada 'Iglesia ortodoxa de Ucrania' es "un intento de legalizar bajo la jurisdicción de Estambul las comunidades cismáticas que existen en Ucrania, algo que constituye una burda violación de los cánones ortodoxos".
Putin destacó que la nueva estructura eclesiástica es "un proyecto únicamente político y laico, que tiene como meta principal dividir a los pueblos de Rusia y Ucrania".
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"El Gobierno de Ucrania (…) está listo para sacrificar la paz interconfesional en el país para llevar a cabo una campaña electoral del actual presidente ucraniano (Petró Poroshenko), basada en la búsqueda de enemigos, y mantener el poder a toda costa", advirtió.
Serbia y la UE
"Respetamos la política orientada al ingreso en la UE, adoptada por las autoridades serbias", dijo el presidente de Rusia.
El presidente ruso subrayó que, a diferencia de los países occidentales, Moscú no obliga a Belgrado a elegir entre Rusia y la UE.
"Valoramos altamente el firme apego del Gobierno serbio a la línea para mantener la neutralidad del país", manifestó.
El mandatario recordó que desde hace muchos años Rusia ha ayudado a reforzar la capacidad de defensa de Serbia, enviándole armas y equipos, brindándole apoyo en su reparación y modernización.
"Seguiremos desarrollando la cooperación técnico-militar", aseguró.
Putin añadió que Rusia y Serbia también tienen previsto fortalecer la cooperación en las áreas económica y de inversiones.
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Además, el líder ruso se mostró sorprendido por la reacción "bastante pasiva" de la UE ante la decisión del 'Parlamento' kosovar de transformar las Fuerzas de Seguridad de Kosovo en un Ejército.
Según Putin, existe un grave riesgo de una escalada del conflicto en la región.
En su opinión, la UE no tiene interés en hacer la vista gorda a "semejantes acciones unilaterales que violan burdamente el derecho internacional", especialmente si Bruselas "confía en seguir cumpliendo su función mediadora en el diálogo entre Belgrado y Pristina".
El presidente ruso calificó asimismo de "factor desestabilizador" la política de Estados Unidos y algunos países occidentales encaminada a consolidar su dominación en los Balcanes.
Por su parte, Rusia siempre ha visto esa región como un espacio para una colaboración constructiva, resaltó.
"Hoy Rusia tiene muchos amigos allí, entre los que ocupa un lugar especial el socio estratégico que es Serbia", dijo.
Putin aseguró que el apoyo al reforzamiento de la seguridad y la estabilidad en los Balcanes es una "prioridad absoluta" para Rusia.
Turk Stream
"Consideramos que los países miembros de la UE interesados en el gas ruso deben recibir de la UE garantías de que los planes de extender el Turk Stream no sean socavados por una decisión política arbitraria de Bruselas", dijo Putin.
En este caso, explicó, Serbia no solo usaría el gas ruso, sino también lo transportaría.
"Esto aportaría un beneficio significativo a la economía serbia, permitiría generar nuevos empleos, reforzaría la seguridad energética del país y de toda Europa Central y Sudoriental.
Putin precisó que, a la hora de aprobarse definitivamente la ruta del suministro de gas ruso a través del Turk Stream, "por supuesto se tomará en cuenta la posición de la Comisión Europea".
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Según el líder ruso, la construcción del gasoducto sigue el cronograma fijado y su puesta en explotación está programada para antes de fin de 2019.
Tratado INF
"Pese a la intención de retirarse del Tratado (INF), anunciada por EEUU, estamos abiertos para continuar el diálogo para buscar maneras de preservarlo", dijo el mandatario ruso.
"También estamos dispuestos a conversar seriamente sobre toda la agenda estratégica de nuestros países", aseguró.
El líder ruso destacó que, como un país "responsable y sensato", Rusia "no está interesada en una nueva carrera armamentista".
"De hecho, EEUU está desmontando el sistema de acuerdos internacionales en materia de control de armas, que le atan las manos para incrementar su potencial militar, o está tratando de cumplirlos de manera selectiva, es decir solo la parte que responde a su intereses", advirtió.
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El anuncio de la salida del Tratado INF, continuó, es "un eslabón más en la larga cadena de semejantes acciones".
"Es evidente que las consecuencias de esta política serán muy negativas", subrayó.
