"En Lima Metropolitana y el Callao (provincia colindante) circulan más de dos millones de vehículos, cada uno de los cuales puede incrementar en 30 minutos en promedio su tiempo de viaje debido a la congestión, algo que ocasiona mayor consumo de combustible, por lo que, según estudios que hemos realizado, esto equivale a una pérdida diaria de 11,2 millones de soles", afirmó el especialista.
En estos cálculos y cifras se está considerando a Lima y la provincia constitucional del Callao conjuntamente, que aunque son legalmente jurisdicciones distintas, comparten un mismo espacio geográfico por su cercanía.
De hecho, para un limeño promedio hablar de la capital de Perú comprende hablar de Lima Metropolitana (lo que comúnmente se conoce como Lima) y el Callao, en una percepción concreta de la realidad por encima de cuestiones legales.
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Por otro lado, según Transitemos, un limeño promedio gasta 20 días al año atrapado en el tráfico, cifra que resulta alarmante y que, a consideración del experto, es el resultado de un tema complejo en el que intervienen muchos factores en juego tanto para explicarlo como para plantear soluciones.
"Tránsito es la circulación de vehículos y peatones en una ciudad, mientras que transporte es el servicio comercial que se da para llevarnos de un lado a otro. No son lo mismo, aunque tienen que ver entre sí", explica el vocero de Transitemos.
Así, el problema del tránsito en la capital de Perú podría parecer que es responsabilidad de la cantidad de viajes en unidades motorizadas que, calculado según un estudio de Transitemos, es de 26,7 millones de viajes al año.
Según el especialista, esta cifra no es alta para el número de pobladores de Lima, y el problema que dificulta la circulación general por la ciudad se debería a cuatro factores principales y que corren en paralelo.
Una encuesta de 2016, realizada a través de la popular aplicación Waze, determinó que Lima es la peor capital de Sudamérica para conducir, según datos recogidos por los usuarios, y esto no sería responsabilidad exclusiva de los vehículos.
"En general tenemos una mala conducta (para transitar por la ciudad), y así no hay infraestructura o condiciones que te sirvan, la infraestructura, que es deficiente, además está siendo muy mal utilizada por problemas de conducta en la población", agregó Hernández.
En cuanto al transporte público, Lima se caracteriza por tener un gran número de unidades pequeñas (mini vans conocidas localmente como "combis"), además de buses pequeños (conocidos como "custers") y motocarros (conocidos como "mototaxis").
Si bien estas unidades son mayormente viejas, con un promedio de 25 años de antigüedad, no resulta una buena idea deshacerse de ellas y reemplazarlas por buses de mayor capacidad que transporten más gente en menos espacio y con menor contaminación.
"Esas unidades son las que tenemos para transportarnos, no se trata de preguntar si debemos usarlas o no, se trata de que son lo que hay", dijo Hernández, quien plantea, en todo caso, que se aplique una estrategia en la que cada tipo de transporte sea usado según sus potencias.
Agregó que "tener un metro (tren eléctrico) está bien, pero las combis, custers y mototaxis pueden servir como alimentadores para una línea de metro, Lima tiene zonas escarpadas, arenosas donde el mototaxi es de gran utilidad, y así lo es la combi o la custer, entonces creo que lo mejor es usar cada unidad para lo que pueda servir".
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El 18 de enero Lima cumplió 482 años de fundación, y el alcalde Jorge Muñoz, quien asumió el cargo el 1 de enero, planteó el avanzar, promover y recuperar el control del sistema de transporte.
