"Yo quiero ponerlo de la siguiente manera: primero, nosotros no estamos en una confrontación con el Gobierno cubano; yo he sido muy respetuoso en solicitarles a ellos que entreguen a las personas que están detrás" del atentado del jueves a la Escuela de Cadetes General Santander, en Bogotá, que se cobró la vida de 20 estudiantes de esa institución y que dejó 68 más heridos, dijo Duque.
Según declaraciones difundidas por la Presidencia de Colombia, Duque destacó que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y varios países expresaron su rechazo al atentado terrorista que se adjudicó el ELN y han expresado su respaldo a Colombia.
"Yo creo que lo lógico es que se haga justicia, es un delito internacional, es un delito que toda la comunidad rechaza", dijo el mandatario, quien dijo confiar en que "la comunidad internacional" mantenga su respaldo a Colombia con el propósito de que "haya sanciones ejemplarizantes" para los responsables del atentado.
"Yo espero que la comunidad internacional entienda lo que hay detrás de esto, se solidarice con nosotros y lleve a que haya una presión muy clara para que hagamos justicia ejemplarizante", subrayó.
"Tenemos una muy buena relación con el Gobierno noruego, y yo lo que le pido a ese Gobierno y a todos los gobiernos que entiendan que lo que se presentó la semana pasada no es una discrepancia de posiciones; lo que se presentó es un crimen internacional que acabó con las vidas de muchos jóvenes indefensos, desarmados, que estaban preparándose para servir como policías de Colombia", subrayó Duque.
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Por último, el jefe de Estado colombiano reiteró que su Gobierno combatirá el terrorismo "con todas las herramientas de la legalidad, con contundencia, con seguridad y justicia", y destacó que el país "no se va a dejar amedrentar por ningún grupo terrorista".
El ELN mantenía diálogos públicos de paz desde febrero de 2017 con el gobierno del entonces presidente Juan Manuel Santos (2010-2018), pero las negociaciones fueron suspendidas el pasado 7 de agosto, cuando Duque asumió la Presidencia y exigió al grupo rebelde que liberara a todos los secuestrados y cesara sus ataques a la infraestructura del país como condición para descongelar las conversaciones.
Sin embargo, a raíz del atentado del 17 de enero, el Gobierno canceló los diálogos de manera unilateral y pidió la extradición de los delegados de esa guerrilla tras señalar que desconoce los protocolos de ruptura de negociaciones.
Los protocolos señalan, entre otras cosas, que en caso de una ruptura de los diálogos de paz, el Gobierno colombiano debe permitir el retorno al país de los delegados del ELN presentes en La Habana, para lo cual las partes contarán con dos semanas para planear dicho regreso, cuyo procedimiento será redactado en conjunto con los países garantes.