La historia del magnate uruguayo del fútbol, que pasó de ser un jubilado con 700 dólares mensuales en 1998 a convertirse en presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) y uno de los protagonistas del FIFA Gate en 2015, podría atraer a más de un interesado.
Sputnik dialogó con Emiliano Zecca, un periodista uruguayo que junto a su colega Diego Muñoz publicó el libro 'Figueredo. A la sombra del poder'. Zecca contó cómo Figueredo llegó a convertirse en artífice de los millonarios proyectos del fútbol en la región "gracias a su habilidad para venderse".
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El periodista uruguayo lo describe como "un tipo muy hábil que logró en 20 años crecer dentro de la Conmebol, adonde llegó siendo nadie". "No era alguien de peso en el fútbol uruguayo, sin embargo se las ingenió acercándose a dirigentes con poder y así fue como creció también su riqueza", destacó.
En 1998, Figueredo tenía una jubilación irrisoria que no se condice con las enormes cifras que se manejan en el FIFA Gate. Entre 1997 y 2006 descolló como presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) donde participó en proyectos millonarios, que lo convirtieron en uno de los grandes empresarios del deporte.
Según contó Zecca, la justicia estadounidense alegó que Figueredo y los demás dirigentes utilizaron su posición en la FIFA para involucrarse en un esquema en el que ellos ofertaban por los torneos por la Conmebol, y a partir de ahí aceptaban sumas ilegales de dinero de parte de las empresas que contrataban por esos torneos.
"Ese esquema le permitió por un lado a las empresas mantenerse durante años en una posición dominante en la que tenían todos los contratos que organizaba esta confederación. Y los dirigentes, al recibir esas coimas se enriquecieron y por otro lado mantuvieron fuera de competencia a otras empresas que querían ingresar", explicó el investigador.
No obstante, la situación del uruguayo fue muy particular después de todo. En 2013, cuando Figueredo llegó por primera vez a la cima de la Conmebol, siete clubes de fútbol en Uruguay y la Mutual de Futbolistas Profesionales (MUFP) lo denunciaron ante la Justicia por apropiación indebida y estafa.
Hasta ese momento la Justicia uruguaya no había complicado al empresario, pero al darse el escándalo, Uruguay decidió avanzar en la investigación. Esto llevó a que Estados Unidos y Uruguay peleen por la extradición de Figueredo. El polémico dirigente del fútbol pretendía ser extraditado a su país natal, adonde llegó tres meses después, bajo la condición de colaborar.
A juicio de Zecca, "para Figueredo sí tuvo un fin volver a Uruguay. Él estuvo pocos meses presos desde que volvió, se comprometió a entregar bienes que habían sido producto del lavado, más allá de que todavía no se han recuperado la mayoría de los bienes pero esto sí se sigue trabajando. Además, se comprometió a dar nombres de personas que colaboraron con ese esquema de estafa", contó el escritor.
Sin embargo, quienes fueron juzgados en Estados Unidos —país donde por otro lado se naturalizó el dirigente— tuvieron que pagar sumas millonarias, "muy superiores a las que Figueredo pagó en Uruguay", aclaró el investigador.
Según contó Zecca, el exvicepresidente de la FIFA ha sido visto por las calles de su país, sin muchas restricciones. "Él básicamente cumple la condena en libertad y lo que tiene es que avisar cuando va a salir del país, pero nada más", señaló.
La investigación de Zecca y Muñoz dejó varias interrogantes para esta figura del fútbol uruguayo, quien se ha negado a dar entrevistas. Para estos autores, este personaje podría responder sobre su gestión como presidente de la AUF, que hoy es investigada.
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"Por supuesto que hubo cuestionamientos en los contratos de televisión que se hicieron durante su gestión, a los que nunca respondió ante la justicia uruguaya", precisó Zecca.
"Y después podría responder al hecho de que, es obvio que no estuvo solo, la figura del colaborador en estos casos es importante. Ahí podría haber dicho algunos nombres o plantear cómo fue la estructura que utilizó —por ejemplo, estudios de abogados— y decir cuál fue la ruta que siguió ese dinero, ya que hasta ahora no existe una sola persona que cayera por el testimonio de Figueredo", insistió.
Hasta el día de hoy, la historia del FIFA Gate se conoce por cómo armaron la causa con las versiones de los arrepentidos que declararon en Estados Unidos, "pero no está la versión de Figueredo de estos hechos".
Este es el gancho al que alude Netflix, aunque para muchos sólo se trata de otra de sus gestiones. Antes de finalizar la entrevista, Zecca concluyó que en todo este escándalo "Figueredo pudo haber perdido muchas cosas, pero la habilidad para seguir vendiéndose, todavía no la perdió".
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