En un comunicado, la Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil (APIB), organización que reúne a la mayoría de pueblos nativos del país, resaltó que entre las reivindicaciones están "la protección de los derechos previstos en la Constitución, el combate a la violencia y los cambios realizados por el nuevo Gobierno".
Ahora ese poder es competencia del ministerio de Agricultura, que como resaltan indígenas y ambientalistas está controlado por el lobby agrícola y ganadero, con intereses totalmente opuestos a los de las comunidades originarias de Brasil.
En las últimas semanas se registraron denuncias de invasiones a tierras indígenas y de planes para ocupar territorios tribales por parte de ganaderos y madereros, dijo la organización Survival International en un comunicado.
Asuntos relacionados: Los indígenas de Brasil, amenazados por el auge de Bolsonaro
Las manifestaciones se enmarcan en la campaña "Sangre indígena-ni una gota más", de la APIB y en las actividades de este mes de concienciación, el "enero rojo", cuyo día internacional de movilización indígena es el punto más destacado.
Integrantes de los pueblos Awa, Ka"apor, Guajajara, Tremembé y Gamela salieron a las calles con pancartas con lemas como "Queremos la Funai entera", "Resistencia" y "Demarcación ya".
En el marco de las protestas, el director de Survival International, Stephen Corry, dijo: "Habiendo sufrido 500 años de genocidio y masacres, los pueblos indígenas de Brasil no se dejarán espantar por el presidente Bolsonaro, por muy aberrantes y anticuadas que sean sus opiniones. Y es inspirador ver cuánta gente alrededor del mundo está con ellos".
También hubo protestas en ciudades de fuera de Brasil, como en Lisboa, Oporto, Londres, París, Zurich, Nueva York, Washington y Montreal.