Rusia respeta la independencia de la vida religiosa en Ucrania

"Las autoridades rusas creen absolutamente inadmisible cualquier injerencia en los asuntos eclesiásticos, siempre hemos respeto la independencia de la vida de la Iglesia, especialmente en un país soberano, pero al mismo tiempo nos reservamos el derecho a reaccionar y hacer lo máximo para defender los derechos humanos, en particular el de libertad de la conciencia", dijo.

Al recordar que los vínculos entre las Iglesias hermanas siempre han servido a unir y acercar entre sí a los pueblos y a fomentar la relaciones basadas en la igualdad, el mandatario señaló que ahora se dan otros ejemplos, que las especulaciones y la politiquería provocan la desunión, la ira y la intolerancia.

"Precisamente un proyecto así, que no tiene nada que ver con la fe, completamente falso e impuesto desde afuera, se está realizando hoy día en Ucrania", subrayó.

Al referirse al proceder del Patriarcado de Constantinopla en Ucrania, Putin dijo que se trata de una burda injerencia en la vida de la Iglesia.

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"Da la impresión de que los autores de este proyecto aprendieron de los ateos del siglo pasado, que echaban a los creyentes de los templos y perseguían a los sacerdotes", subrayó.

El pasado 15 de diciembre, por iniciativa del presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, y el patriarca Bartolomé de Constantinopla, se celebró en Kiev el llamado 'concilio de unificación', que eligió al metropolitano Epifani (Dumenko) primado de la nueva y no canónica 'Iglesia autocéfala' ucraniana, la que se formó tomando por base a dos Iglesias no canónicas que estaban funcionando en Ucrania.

La Iglesia Ortodoxa Ucraniana canónica, supeditada al Patriarcado de Moscú, se negó a participar en esa actividad, mientras que la Iglesia Ortodoxa Rusa calificó de nula la importancia canónica de ese 'concilio' y considera poco probable el reconocimiento de Epifani en el mundo ortodoxo.

​El 'tomos' de autocefalia, o decreto de independencia, entregado a Kiev por Bartolomé el 6 de enero, limita la jurisdicción de la 'Iglesia Ortodoxa de Ucrania' al territorio de ese país, haciendo imposibles el nombramiento de obispos y la creación de parroquias en el extranjero.

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El documento contiene además otras restricciones que hacen la nueva estructura religiosa dependiente de Constantinopla.

La Iglesia Ortodoxa Rusa calificó el día de la firma del 'tomos' como una fecha trágica para la ortodoxia mundial.