El proyecto de ley, que lleva el nombre del protagonista de una trama de acusaciones de dopaje institucional contra Rusia, Grigori Ródchenkov, establece multas de hasta un millón de dólares o penas de prisión de hasta diez años por implicación en esquemas destinados a "influenciar una competición deportiva importante a través de sustancias o métodos prohibidos".
Aunque presentada como una medida para luchar contra el dopaje en el deporte mundial, en realidad la Ley Ródchenkov es "un nuevo intento de oponer la aplicación extraterritorial de la legislación estadounidense a los mecanismos antidopaje internacionales comúnmente aceptados".
"Quisiéramos esperar que los legisladores estadounidenses piensen en la inadmisibilidad de mezclar el deporte con la política, esto sería destructivo para el movimiento [deportivo] internacional", concluye el escrito.
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Moscú negó en repetidas ocasiones cualquier vínculo del Gobierno ruso y los organismos públicos con los casos de dopaje entre los deportistas.