Al llegar al estómago, la 'píldora' inflable, bautizada Jell-O-like y dotada de un sensor de temperatura, adquiere el tamaño de una manzana en tan solo 15 minutos. Luego, empieza a monitorear la temperatura estomacal durante 30 días, algo que le permite detectar úlceras, cáncer y otras condiciones gastrointestinales.
Según explicó el coautor del estudio, Shaoting Lin, "tendrías que romper muchos dominios cristalinos para romper esta membrana. Eso es lo que hace que este hidrogel sea extremadamente robusto y, al mismo tiempo, suave".
Los investigadores también tienen previsto equipar el dispositivo con microcámaras, capaces de vigilar el crecimiento de úlceras o tumores.
El científico Xuanhe Zhao indicó que "el sueño es tener una píldora inteligente, que una vez ingerida permanezca en el estómago y controle la salud del paciente durante un tiempo prolongado, como por ejemplo un mes".
Una vez que la 'píldora' ya no es útil, solo es necesario ingerir una solución de iones de calcio para que se reduzca a su tamaño normal.