"No hay ningún riesgo, en absoluto, para las comunidades aguas abajo del embalse", dijo el funcionario en diálogo telefónico con esta agencia.
Según González, las aguas del río Cauca, uno de lo más torrentosos de Colombia y que permanece represado por las pruebas que se adelantan en el embalse, volverán a recuperar su nivel "en unos tres o cuatro días".
Tras el cierre de la segunda compuerta, el caudal del río Cauca disminuyó de 500 metros cúbicos por segundo a 100, lo que dejó al afluente en un nivel de 20% de sus aguas, esto es un mínimo histórico que amenaza con generar serios daños al ecosistema.
"Hay todo un plan de contingencia de más de 1.200 personas en el río Cauca y en las partes aledañas para mitigar cualquier eventualidad que se pueda presentar por la reducción del caudal, como el rescate de peces y otros animales", dijo González a Sputnik.
Asimismo, indicó que en la mañana del miércoles funcionarios del Gobierno y de Empresas Públicas de Medellín (EPM), firma propietaria de Hidroituango, realizaron un recorrido por las poblaciones vecinas al embalse y observaron "cómo todas las cuadrillas de pescadores y biólogos están trabajando la zona" y que "todo está bien por ahora".
"Miles de peces muertos es el saldo que dejan el ecosidio (sic) de EPM sobre el río Cauca", denunció a través de Twitter la Corporación Ríos Vivos Antioquia, que se opone al proyecto de Hidroituango.
Fotografías publicadas por ese movimiento en esa red social muestran la significativa reducción del caudal del río Cauca en varias poblaciones aguas abajo del proyecto, como Puerto Valdiva, Caucasia y otras del Bajo Cauca Antioqueño, a pocos kilómetros de Hidroituango.
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"Nunca habíamos contemplado que se mate un río con la complicidad de las instituciones sin que nadie haga nada (…), a EPM se le pide respeto, que no haga este tipo de crímenes, y que sea metido a la cárcel quien tenga que ser metido", dijo Isabel Cristina Zuleta, vocera de la Corporación Ríos Vivos Antioquia, en un video publicado en Youtube.
"Están matando poco a poco el río, tal y como lo hicieron con las masacres (de líderes sociales que se opusieron al proyecto)", agregó Zuleta.
"La buena noticia es que tras el cierre de la compuerta no entra agua del embalse hacia el macizo (montaña)" sobre la cual está construida la represa, dijo Jiménez, quien agregó que la misma "es supremamente firme" y que "la comunidad no tiene ningún riesgo, ya que el proyecto entra en etapa de recuperación".
El pasado 10 de enero, el Gobierno colombiano puso en alerta a los diferentes organismos de socorro ante la posibilidad de una emergencia en Hidroituango, cuyas directivas advirtieron que a finales de diciembre detectaron un orificio en la montaña que contiene la estructura, el cual, concluyeron, no representa riesgo para el proyecto.
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Ese hecho obligó a la evacuación de al menos 120.000 personas, quienes regresaron paulatinamente a sus viviendas y de las cuales EPM sostiene que no corren riesgo con las pruebas que se llevan a cabo en el embalse.
El director de la estatal Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), Rodrigo Suárez, manifestó que ese organismo no fue avisado de la prueba, por lo que abrió un proceso a Hidroituango para determinar las afectaciones que pueda causar la misma a las poblaciones y al ecosistema y establecer así las posibles sanciones, entre las cuales se contemplan fuertes multas e incluso el retiro de la licencia ambiental.
