En las imágenes, que fueron grabadas al lado de un restaurante de la ciudad estadounidense de Filadelfia, se puede ver cómo unos guardias de seguridad echan fuera a un hombre. Uno de los testigos dice que "se negaba a salir fuera".
El hombre se resiste y los guardias deciden dispararle con una pistola eléctrica. De repente, sus pantalones se prenden fuego y empieza a gritar agónicamente. Afortunadamente, el fuego no tardó en extinguirse, aunque se desconocen los daños que pudo sufrir la víctima.
Según informa el medio Science Alert, no es la primera vez que ocurre algo semejante y se sabe de al menos 15 accidentes más con armas eléctricas con las que prendieron fuego a sus víctimas, algunas de las cuales fallecieron.
Sin embargo, hay otras maneras de morir por un taser, según un análisis llevado a cabo por el medio Reuters en 2017, hubo más de 1.000 casos en los que las personas murieron electrocutadas.
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