Al menos 52 osos entraron en el territorio del asentamiento de Belushia Gubá, mientras que entre 6 y 10 animales se encuentran allí permanentemente.
"Hay casos de comportamiento agresivo de estos animales salvajes: ataques a personas, allanamiento de viviendas y oficinas", según reza un comunicado oficial.
Al mismo tiempo, las autoridades locales afirman que las medidas tomadas contra los animales son ineficaces. Los osos no responden a las señales de luz y ruido, ni a los intentos de las patrullas de mantenerlos alejados de la gente.
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Está prohibido disparar a los animales ya que es una especie vulnerable, a punto de encontrarse en peligro de extinción.