Según describen los autores del vídeo, la paloma se da un auténtico paseo por la parte dorsal del reptil que mide aproximadamente cuatro metros de largo. En un determinado momento el ave llega hasta la punta del hocico del reptil.
Fue entonces cuando el aligátor decidió que la insolencia de la paloma la convertía en un buen festín e intentó atraparla. Por el fuerte golpe que dieron sus mandíbulas al cerrarse, uno podría sospechar que la paloma realmente enojó al aligátor.
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