"Habitantes de unas 40 viviendas del distrito de Al Gadir descubrieron que de los grifos corría petróleo, en vez de agua potable", comunicó.
Al Gadir, situado en una zona periférica de Kerbala, es uno de los distritos más pobres, sus habitantes, enfurecidos, exigieron que "las autoridades solucionen sin dilación este problema" y amenazaron con organizar protestas si no lo hacen.
Las irregularidades en el suministro de agua ya habían provocado protestas en Irak.
En julio de 2018, la situación se agravó tras la muerte de un manifestante en la ciudad portuaria de Basora, las protestas se extendieron a otras gobernaciones del país.
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Como respuesta, las autoridades crearon una comisión especial para cumplir las demandas de la población, en particular prometieron a los habitantes de Basora asignar unos 17 millones de dólares para las obras de reconstrucción del sistema de suministro de agua potable y de redes eléctricas.
