En la grabación se puede apreciar cómo las uvas empiezan a inflamarse. Los investigadores canadienses consideran que existe una simple explicación para este fenómeno.
Esta energía empieza a cargar los electrolitos dentro de la fruta que posteriormente fluyen de una mitad de la uva a la otra. Para hacerlo utilizan la cáscara de la uva como un cable eléctrico.
La corriente enciende rápidamente la cáscara y genera un brillante estallido de plasma.
"El brillo de las uvas cortadas en hemisferios cuando son puestas en un microondas ha sido un truco de Internet poco explicado durante más de dos décadas. (…) Hemos demostrado que la formación de plasma se debe al surgimiento de epicentros electromagnéticos a raíz de la interacción de resonancias de Mie", publica la revista PNAS, citando las conclusiones del experimento.
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