"Las fuerzas de seguridad inician una gran operación para limpiar el desierto occidental de las células terroristas y para liberar a los ciudadanos secuestrados que todavía permanecen encarcelados por ISIS", dice el medio.
Previamente, el primer vicepresidente del Parlamento iraquí, Hassan al Kaabi, llamó a los órganos de seguridad del país a tomar medidas urgentes para la lucha contra ISIS, en medio de los frecuentes secuestros de civiles por los terroristas en el noroeste de Irak.
Los secuestros y ejecuciones de civiles aumentaron en Irak entre enero y febrero de este año: según los medios de comunicación iraquíes, el 28 de enero los terroristas ejecutaron a dos habitantes de la ciudad de Haditha y el 8 de febrero fueron ejecutados otros tres habitantes de la gobernación de Saladino.
Otros 12 habitantes de las provincias de Ambar y Kerbala fueron secuestrados el día 19 de este mes, según las fuerzas de seguridad iraquíes.
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Las tropas iraquíes, apoyadas por la coalición internacional, lanzaron una operación para recuperar la ciudad en octubre de 2016 en la que participaron el Ejército, la policía federal, las fuerzas especiales y de respuesta rápida.
El primer ministro de Irak, Haider al Abadi, proclamó en julio de 2017 la derrota total de ISIS en Mosul, tras una ofensiva militar que se prolongó durante nueve meses.
En diciembre del mismo año las autoridades del país anunciaron la victoria sobre los yihadistas en todo el territorio del país, pero subrayaron que seguirían combatiendo contra sus células secretas.