El presidente no ha podido vivir las revueltas pacíficas en directo. Se hallaba en un hospital Ginebra intentando recuperarse del infarto cerebral que le mantiene en una silla de ruedas desde 2013. Ya en la última elección, en 2014, una parte de los círculos políticos plantearon su rechazo a reelegir a un hombre discapacitado. Cinco años más tarde, para buena parte de la sociedad argelina, para muchos políticos de la oposición —y algunos cercanos al poder— y para la prensa independiente, es hora de decir basta y retirar su candidatura a las presidenciales del 18 de abril.
Quienes se oponen se erigen contra lo que definen como una burla del poder para mantener un statu quo que favorece los intereses de los círculos políticos y económicos que han vivido a la sombra del poder.
Las protestas exigen una verdadera democratización del país y, sobre todo, una renovación de las personas y las estructuras que han mantenido el régimen, no solo en los últimos 20 años, sino ya antes de la guerra contra los islamistas armados que provocó la muerte de más de 200.000 argelinos.
Algerian students protests in their thousands across Algeria, after Algeria's 81-year-old wheelchair-bound President Abdelaziz Bouteflika, who has ruled since 1999 announced that he's running for a fifth term. pic.twitter.com/Nz2wgsrzDF
— Africa Facts Zone (@AfricaFactsZone) 26 февраля 2019 г.
El diario El Watan, uno de los más seguidos en el país, lo expresaba claramente: "A través del rechazo a esta candidatura, como mínimo absurda, es a todo el sistema político al que se le pide abandonar y dar paso a un nuevo orden democrático". Allegados de Buteflika acusan a este periódico de representar al antiguo aparato de inteligencia (DRS, en su acrónimo francés) que el presidente desarboló en una de las recientes luchas en la cima del poder.
Pero no es el único medio que desafía al círculo que rodea al primer mandatario. El diario de izquierda Le Matin d'Algérie, publicaba una tribuna titulada
"El fin de la monarquía de los enanos", con una foto de Said Buteflika, el hermano del presidente. En el texto se aseguraba que "Argelia no ha vivido una situación tan crispada desde la independencia". "El levantamiento popular de 2019" —continuaba—, "que no es sino el resultado de la mala gestión del gobierno bajo el reino de Buteflika durante 20 años, ha sido espontáneo".
Los estudiantes protagonizaron el martes 26 de febrero unas manifestaciones masivas jamás vistas en el país en lustros. La actitud de esos jóvenes, sus reivindicaciones de libertad, de mejora de las condiciones de vida, de un futuro en su país y no en la emigración se explican también teniendo en cuenta que viven bajo lo que muchos denominan gerontocracia, en un país donde el 45% de los habitantes tiene menos de 25 años.
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Uno de los eslóganes más repetidos por los universitarios fue "Argelia es una república y no un reino", en referencia al poder que ejerce el hermano del presidente, Said Buteflika, al que se acusa de querer suceder al actual mandatario, o al menos contar con un sucesor que no investigue sobre las acusaciones de corrupción que pesan sobre él.
Otros hacían correr la voz de un 'plan B' a través de una agencia de prensa extranjera, por el que se nombraría al exministro de Exteriores y actual ministro Consejero de Presidencia, Ramtane Lamanra, como el hombre de la transición.
¿Clima evolucionario?
El gobierno prefirió tolerar las protestas pacíficas esperando que estas se desinflaran. Hay que recordar que las manifestaciones están prohibidas desde 2001. Al tiempo, se lanzaban mensajes que mostraban la falta de coordinación entre los partidos que forman la Alianza presidencial, y en especial, el Frente de Liberación Nacional (FLN) la histórica organización que asumió el poder después de la independencia, en 1962.
Así, Muad Buchareb coordinador de la dirección del FLN y actual presidente de la Asamblea Nacional Popular, el parlamento argelino, respondió a los manifestantes con un "podéis seguir soñando", y manifestó que "fue Dios quien instaló en el poder a Buteflika en 1999". Algunos cuadros históricos del expartido único, han señalado también su desacuerdo con Buchareb.
Hasta el último momento se oían voces que propugnaban la cancelación de las elecciones hasta llegar a acuerdos entre todas las fuerzas políticas. Otras insistían en que la retirada de la candidatura de Abdelaziz Buteflika sería una victoria para todos y una oportunidad para el poder.
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La preocupación de los partidarios del gobierno es evidente. Espontánea o no, la revuelta argelina para algunos ha instalado "un clima revolucionario", como subraya Luisa Hanun, la secretaria general del Partido de los Trabajadores, feminista "avant la page", antigua candidata a la presidencia y admiradora de Hugo Chávez.
Inquietud en la Europa del Sur
Algunos medios franceses aseguraban que el gobierno de Emmanuel Macron tiembla ante la desestabilización de su vecino al otro lado del Mediterráneo. Pero el Ministerio de Exteriores francés decidió, en plena semana de protestas, desclasificar sus archivos sobre Argelia en los que el presidente argelino no sale muy bien parado, y no solo desde su acceso al poder, sino desde los tiempos de la independencia.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK