En una comparecencia retransmitida en directo por la televisión, Netanyahu afirmó que "todas estas acusaciones van a desplomarse, estoy un 400 por cien seguro", y denunció una "caza de brujas" contra él de la que acusa a las fuerzas de izquierda.
"Las políticas que estoy desarrollando están llevando al Estado de Israel a su mejor década, en seguridad, economía, en todos los campos", dijo Netanyahu.
"Hemos convertido a Israel en una potencia mundial creciente y lo hemos hecho reteniendo nuestra fuerza", señaló el primer ministro.
Según Netanyahu, la izquierda ha ejercido "mucha presión" sobre un fiscal general débil, "a pesar de que esté clara" su inocencia.
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El primer ministro denunció que "por primera vez en la historia de Israel se vaya a iniciar una vista semanas, días antes de unas elecciones" y subrayó que se trata de "una estrategia para inundar al público" con acusaciones sin sentido.
El primer ministro, que se mostró muy firme en su tono, denunció un "libelo de sangre" contra él y su familia y una "persecución" durante años que les obligó a "atravesar un infierno".
El líder israelí recalcó que de los casos de corrupción iniciales en los que se decía que estaba implicado "cinco ya se han derrumbado".
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"Puedo prometeros que el resto de acusaciones se evaporarán cuando pueda confrontar los testimonios de testigos del Estado", a los que, según él, la Fiscalía da a elegir entre testificar contra él o ir a la cárcel.