"[Juan] Guaidó es realmente un impostor y de esto no cabe ninguna duda desde el punto de vista legal y moral", señaló la embajada rusa en su cuenta de Facebook.
"Es difícil saber como se habrían desarrollado los sucesos si Guaidó hubiera decidido autoproclamarse en el seno de la Asamblea Nacional. Es muy dudoso que lograse el apoyo necesario de sus colegas parlamentarios", remarcó la legación.
En la embajada recordaron que a diferencia de Guaidó, el presidente legítimo de Venezuela, Nicolás Maduro, fue elegido el 20 de mayo de 2018 en unos comicios abiertos en los que obtuvo más de 6 millones de votos.
"En esos comicios participaron tres candidatos de la oposición. Hablar de fraude es simplemente no tener información real sobre la situación en Venezuela", puntualizó.
"Hemos visto que [Guaidó] no tenía esa intención. Es más ahora ya pasó a autodenominarse de "presidente interino" a "presidente interino encargado de convocar elecciones libres y democráticas" sin mencionar ningún plazo". Pero es sabido que la convocatoria de elecciones es una prerrogativa del Consejo Nacional Electoral, una rama independiente del poder", indicó.
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La embajada rusa subrayó también que "el Gobierno venezolano está dispuesto a dialogar con la oposición que de momento no puede liberarse del fuerte abrazo de los halcones de Washington".
"Sin embargo, intentaremos convencer a todas las fuerzas políticas venezolanas sanas y patrióticas de la importancia de buscar el entendimiento mutuo en aras del bienestar del pueblo venezolano", enfatizó.
La crisis política se agravó en Venezuela el 23 de enero después de que el opositor del partido Voluntad Popular Juan Guaidó se autoproclamara "presidente encargado" del país en una manifestación.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, quien asumió su segundo mandato el 10 de enero, catalogó la autoproclamación de Guaidó como un intento de golpe de Estado y responsabilizó a Washington de haberlo orquestado.
Maduro ha calificado al opositor Guaidó como "un títere de Estados Unidos".
