El checo, llamado Michal Prasek, tenía 33 años, y no poseía apenas uno de estos 'reyes de la selva', sino una pareja de macho y hembra. El que terminó con su vida, sin embargo, fue el ejemplar masculino.
Al parecer, según medios locales citados por Reuters, el felino atacó cuando Prasek entró a la jaula. El hombre ingresó en 2016 los dos ejemplares de león desde Eslovaquia, y no tenía permiso para criar a los animales potencialmente peligrosos.
Sin embargo, en ocasiones había invitado a sus vecinos de la localidad de Zdechov (a 350 kilómetros de Praga) a ver a sus 'atracciones'.
"La Policía tuvo que disparar a los dos leones para llegar al hombre que estaba con los animales", dijo una portavoz de las fuerzas del orden.