Agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y funcionarios de la Fiscalía del II Circuito Judicial de San José y de la Adjunta de Género tomaron las instalaciones eclesiásticas en busca de pruebas que apuntalen las causas contra los sacerdotes Mauricio Víquez y Manuel Guevara.
Víquez y Guevara son investigados por presuntos delitos sexuales contra menores de edad, de los cuales presuntamente tenía conocimiento el arzobispo de San José, monseñor José Rafael Quirós, desde el año 2003.
Víquez salió del país el pasado 7 de enero y se encuentra prófugo de la justicia desde el 19 de febrero, cuando el Poder Judicial emitió una orden internacional de captura en su contra.
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La mencionada parroquia sostuvo en un reciente mensaje en su perfil de Facebook que Guevara se marchaba para atender "responsabilidades personales".
El allanamiento se produjo una semana después del "mea culpa" pronunciado por las autoridades eclesiásticas de Costa Rica, ante múltiples denuncias de abusos sexuales.
"Siguiendo el ejemplo del papa Francisco, admitimos que no siempre la Iglesia ha dado la respuesta justa y oportuna a este flagelo contra personas menores de edad", reconoció la Conferencia Episcopal en un comunicado difundido el 1 de marzo.
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Además, el Episcopado se comprometió a escuchar y acompañar a las víctimas que se acerquen a la institución a pedir apoyo, y a dar seguimiento a la recuperación de los afectados por las secuelas emocionales y psicológicas.