Robin Haggbom, columnista del medio sueco Svenska Dagbladet, explica en su último artículo que mientras los sistemas de fabricación estadounidense son capaces de abatir aviones y misiles de crucero a una distancia de 100 kilómetros, las cosas no lucen tan bien cuando se trata de misiles balísticos.
El periodista destaca además que la ojiva de 700 kilos que puede portar el misil ruso puede ocasionar unos considerables daños en caso de ser derribada a unos diez metros de su objetivo. Sin embargo, no se especifica de dónde fueron obtenidos los datos sobre la efectividad de los sistemas Patriot contra los Iskander, puesto que tales pruebas no se han llevado a cabo.
Otro problema con los sistemas estadounidenses que Suecia decidió comprar es su elevado coste, señala Haggbom: las cuatro baterías le costarán al país escandinavo entre 2.100 y 3.200 millones de dólares.
De hecho, el columnista destaca que el precio es tan alto, que incluso su vecina Finlandia renunció a la compra de los Patriot. Además, en Finlandia consideraron que en el caso hipotético de un conflicto armado con Rusia, habría que aceptar varios golpes de los Iskander.
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En su lugar, el Ejército finlandés pone sus esperanzas en los misiles de crucero AGM-158 JASSM que supuestamente podrían eliminar los sistemas de misiles rusos antes de que puedan lanzar sus proyectiles.
Para destacar la escala de 'la amenaza rusa', Haggbom recuerda que el país euroasiático tiene la capacidad de lanzar hasta 288 misiles simultáneamente. Sin embargo, el columnista del medio sueco no mencionó en ningún momento por qué considera que Rusia tiene la intención de atacar a los países escandinavos.
Rusia ha destacado en múltiples ocasiones que todas las armas que desarrolla tienen fines estrictamente defensivos y la doctrina militar del país no contempla un ataque contra otros Estados.
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