"La ley dispone que, a partir de hoy (18 de marzo), el compareciente tiene tres días hábiles para radicar las razones de incumplimiento a la citación a la versión de este 18 de marzo, argumentos que estudiará la Sala de Reconocimiento", señaló la JEP mediante un comunicado.
El tribunal agregó que "contra Velásquez cursa un incidente de incumplimiento abierto el pasado 26 de octubre de 2018", y subrayó que "el resultado del incumplimiento es la pérdida de los beneficios que concede la comparecencia a la jurisdicción, incluyendo las libertades y el beneficio de suspensión de las órdenes de captura".
El exguerrillero de la disuelta Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) no atiende llamados de la JEP desde el pasado 10 de septiembre, cuando ese tribunal le solicitó un informe sobre sus actividades de reincorporación a la vida civil.
La JEP fue creada en el acuerdo de paz firmado en 2016 por el Gobierno y las FARC para poner fin a un conflicto armado interno de más de medio siglo.
Se trata de un tribunal de justicia transicional previsto para juzgar los crímenes cometidos por actores armados, incluidos agentes del Estado, en el marco de la guerra interna, que establece mecanismos de verdad, justicia y reparación para las víctimas y penas reducidas para los autores de delitos que se presenten libremente a declarar y acogerse a todas las obligaciones emanadas por este sistema.
Por último destacó que vencido ese plazo, dará a conocer si contra Velásquez Saldarriaga se aplica algún tipo de sanción.
Velásquez Saldarriaga, quien se desmovilizó y acogió los términos del acuerdo de paz, dejó en septiembre de 2018 el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) del municipio de Miravalle, en Caquetá (centro), junto con el exjefe de la delegación de paz de esa antigua Guerrilla, Iván Márquez.
Márquez y Velásquez Saldarriaga denunciaron seguimientos de militares en un contexto de decenas de desmovilizados asesinados.
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Márquez ha expresado en videos y a través de su abogado que continúa comprometido con la paz y la reincorporación, pero de Velásquez Saldarriaga nada se sabe.
Más de siete mil integrantes de las FARC se desmovilizaron y dejaron sus armas, tras lo cual el grupo rebelde se convirtió en partido político.
