La edificación del pequeño edificio de El Templete comenzó en 1827 gracias a la iniciativa del capitán general Francisco Dionisio Vives y Planes. Según cuenta la leyenda, el monumento se construyó en el sitio donde 500 atrás se habría celebrado la primera misa y el primer cabildo de la villa San Cristóbal de La Habana.
Cada año, en el aniversario de la ciudad, a este sitio acuden cientos de cubanos para dar seguimiento a esta importante tradición cultural. Según una nota del diario Granma, la ceiba original desapareció previo a la construcción del templo y luego han sido plantados otros cuatro árboles, el último en 2016.
En su interior 'El Templete' atesora tres lienzos del pintor francés Juan Bautista Vermay, que en aquella época residía en Cuba. Vermay fue además director y fundador de la Academia de Arte San Alejandro y sus pinturas muestran la primera misa y el primer cabildo.
Esta simbólica edificación fue erigida al costado de la Plaza de Armas, donde se asentó el primer espacio público de la ciudad y se construyeron las primeras casas, la mayoría de madera y guano.
A diferencia de otras ciudades hispanoamericanas, en este plaza confluyeron por casi dos siglos los poderes religioso, político y militar. En la segunda mitad del siglo XVIII renació como centro cívico gracias al proyecto del Marqués de la Torre que la rodeó con los imponentes palacios del Segundo Cabo y de los Capitanes Generales.
Desde 1955 el centro de la plaza está presidido por una estatua de Carlos Manuel de Céspedes, padre de la independencia cubana.
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